Manuel Zapata Olivella y su ´Lorica´
Manuel Zapata Olivella añoraba sus platos ancestrales cuando vivía en Bogotá: "Hay momentos en que el organismo echa de menos las sustancias que lo nutrieron en la infancia y entonces, en una operación cerebral, transforma esa ausencia en un sentimiento de evocación, de recuerdo, de añoranza. El único remedio para ese mal es ir allá a tu tierra loriquera y tomarte un sancocho de boachico del río SInú, con Kola Román y guarapo de panela. Luego prueba el mote de ñame con queso salado, arroz con coco, empanada de huevo y un batido de níspero en leche".